Hacer y dejar hacer

Caspa de estrellas estuvo -como nosotros- en el show de El mato un policia motorizado en la torre de los ingleses y ofrece un punto de vista cuanto menos interesante. Como nos gusta la polemica, lo reproducimos :

Antes de terminar el show sobre el ultimo tema un chico consiguió saltar la reja, ya había muchos trepados, pero fue debidamente detenido por los brazos de un seguridad. Debida y exageradamente detenido. El cantante y el guitarrista de esta bandita continuaron su solo sin inmutarse. La gente comenzó a mover la reja, volaron dos o tres botellas y alguna lata de cerveza. El solo continuo. Siempre pensé,o supe, o percibí; que los músicos tienen una relación egomaniaca y pajera con su propia presentación en escena. Pero de ahí a ser un imbécil declarado hay un largo camino. El fanatismo es una extraña forma de limar imposibilidades propias y de proyectar lo que uno no puede hacer en el otro. Un músico es un target ideal porque muchos se retroalimentan y viven en base a eso. Pero la idea de la violencia física por parte de un representante del orden, mas allá de los uniformes clásicos, debería ser un freno a semejante retroerotomania. El solo lo podes hacer en tu casa frente a tu espejo mientras te excitas. En ese momento es cuando decís, epa, momento que pasa. Y de algunas manera te hacer cargo de la fascinación que ejerces porque con dos o tres palabras no vuela nada, todo se calma y la fiesta continua. Estos tarados decidieron seguir tocando. No solo son limitados en su música, aparentemente son limitados en su palabra. Completamente desagradables.